10 de noviembre. + XXXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.
- 1 Re 17, 10-16. La viuda preparó con su harina y una pequeña torta y se lo llevó a Elías.
- Sal 145. Alaba, alma mía, al Señor.
- Heb 9, 24-28. Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos.
- Mc 12, 38-44. Esta viuda pobre ha echado más que nadie.
Disponer nuestro cuerpo y nuestro espíritu para aspirar libremente a lo que le pertenece a Dios, esta es la generosidad que se nos pide. La de las dos viudas y principalmente la de Cristo, que se ofreció totalmente por nuestra salvación. La viuda del Evangelio es una excluida en la que nadie se fija entre tantas apariencias interesadas que corrompen la fe. Pero Jesús la mira de otra manera, y la valora en su intención y en su autenticidad. Para Jesús, esta mujer lo ha dicho todo porque lo ha dado todo, por eso es modelo de fe auténtica. Esta mujer enseña la esencia de la vida, pues busca la mirada de Dios.
DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA
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