Están en Roma preocupados por la salud mental de los candidatos a ejercer el pastoreo de las ovejas del rebaño católico. Quizás no tardemos en ver hojas de inscripción, donde al tiempo que se piden los datos generales del aspirante, se remarque: abstenerse los de siempre. Los de siempre, no son otros que los que han llenado los seminarios hasta hoy. No indican si la medida tendrá caracter retroactivo.
Y uno que en su inocencia creía que para seguir a Jesús era necesario estar un poco loco. Y además que hacer con Juan de Dios, Francisco de Asís, Ignacio de Loyola o Teresa de Ávila; todos ellos en vida fueron tenidos por desequilibrados, y peor aún, al mismo Jesús fueron a burcarle su madre y sus hermanos por el escándalo que iba montando y porque era tenido por loco. Pero estos sucesores de los apóstoles, solo quieren gente sana, culito de rana, sino te curas hoy te curarás mañana.
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