Concilio Vaticano II

"EL MAYOR ENEMIGO DE LA RENOVACIÓN ES LA APLICACIÓN CANSINA DEL CONCILIO"

El obispo de Santander habló en el Ateneo del Concilio Vaticano II como "estandarte hacia adentro y de la apertura en diálogo con el mundo moderno"

"Reconociendo el puesto sustantivo del laicado, derrumbó la concepción piramidal de la Iglesia"

El obispo cerró el ciclo del Ateneo sobre el último Concilio

Vicente Jiménez, obispo de Santander, fue protagonista el pasado 4 de junio en el Ateneo donde dictó una conferencia con el título: 'El Concilio Vaticano II: Un Concilio para el siglo XXI'.

El obispo habló de la capacidad que ha tenido para "redescubrir" la Iglesia "y operar el rejuvenecimiento del cristianismo".

Con constantes referencias a las reflexiones y escritos de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI sobre un Concilio "con cincuenta años de actualidad" apeló a las memorables palabras del beato polaco, en su primera Misa Solemne en la Plaza de San Pedro: "¡No temaís!, ¡Abrid, más todavía de par en par las puertas de Cristo".

Para el obispo, medio siglo después, el Concilio Vaticano II sigue representando "el aggiornamento (adaptación) querido por Juan XXIII" que se dejó sentir en paisajes fundamentales de su doctrina.

Enfatizó el reconocimiento del puesto sustantivo del laicado "que derrumba una concepción piramidal de la Iglesia" y el "centramiento" de la vida eclesial, de la espiritualidad y de la teología en torno a la Escritura "que propicia una seria renovación desde su fuente más original"...

Una de las conclusiones de su lección magistral la basó en que el Concilio "es una gran fuerza para la renovación de la Iglesia", advirtiendo de que "el mayor enemigo de la renovación y del rejuvenecimiento del cristianismo es una aplicación cansina a la vida de la Iglesia de la doctrina, decisiones y orientaciones del Concilio. En realidad el Concilio es un comienzo".

Nieves Bolado / Foto: A. Aja (El Diario Montañés) 4-06-13

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